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El periodismo de investigación cumple un rol fundamental en toda sociedad democrática,  informando a la ciudadanía, sacando a la luz casos de corrupción y construyendo realidad e incidiendo en la opinión pública.

Sin embargo, durante el último tiempo hemos conocidos lamentables hechos que atenta contra la libertad de prensa y expresión, y lo que es peor aún, contra la integridad de muchos periodistas.

Recientemente, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) informó que la situación de los periodistas en América Latina, se han agravado en los últimos seis meses, ya sea por el aumento de condenas, represión, encarcelamiento, violencia física e incluso el asesinato contra personas que ejercen esta profesión.

Por esto, el pasado 19 de abril, la SIP realizó una reunión para abordar la seguridad de los comunicadores en la región, entre otros temas.

Entre los países más peligrosos para ejercer esta profesión están México, El Salvador, Venezuela y Nicaragua. De hecho, fueron 13 los periodistas asesinados en Latinoamérica durante los primeros meses del año, ocho de ellos en México, superando la cifra de 2021, cuando fueron asesinados siete periodistas en ese país.

Así, México se presenta como el país más peligroso de América Latina para ejercer el periodismo, con «un alto índice de impunidad». El presidente Andrés Manuel López Obrador propuso que se realice un debate para analizar el papel de los medios de comunicación y las redes sociales, ya que según dijo, estarían atacando a su gobierno, al mismo tiempo que negaba el ejercer censura, y señalando que los asesinatos de periodistas los utilizan sus opositores.

En Nicaragua, por ejemplo, tres periodistas del diario La Prensa están presos con penas de hasta 13 años de cárcel. Este medio es uno de los diarios más críticos del gobierno y uno de los más antiguos con casi 100 años de existencia. De hecho era el último periódico impreso de Managua. Su gerente, Juan Lorenzo Holmann, fue condenado a principios de abril a nueve años de prisión, tras haber sido declarado culpable de lavado de dinero, luego de ser detenido siete meses atrás. Desde que se abrió el proceso contra Holmann, el edificio del diario está tomado por la Policía Nacional, y existe solo en formato digital, debió hacer recortes en su personal, y quienes quedan, se encuentran bajo el anonimato, sin firmar los artículos por razones de seguridad. Cabe destacar, que la justicia de Nicaragua estaría controlada por el gobierno de Daniel Ortega.

En El Salvador, la Asamblea Legislativa aprobó una serie de reformas al Código Penal y a la Ley de Proscripción de Pandillas, catalogada como «mordaza» por la prensa, que prohíbe a los medios publicar sobre temas relativos a pandillas y violencia callejera, que puedan generar pánico en la población. Ante esto, la Asociación de Periodista de El Salvador (APES) y de la Fundación Cristosal, presentaron una demanda de inconstitucionalidad, ya que estas reformas presentan vicios que da al gobierno un amplio margen para interpretar la ley y procesar penalmente a periodistas que cumplen con el deber de informar.

Por su parte, Henry Constantin, director del diario La Hora de Cuba, quien fue detenido el año pasado tras las multitudinarias protestas del 11 de julio contra la dictadura de Miguel Díaz-Canel, señaló en una reunión de la SIP, que los periodistas independientes que actualmente trabajan en su país no exceden las 50 personas: “Es un grupo en peligro de extinción”. Constantin explicó que lo que más está angustiando a los periodistas cubanos actualmente es el nuevo Código Penal, que será aprobado -sin consulta pública- en las próximas semanas o meses, el que habla de propaganda enemiga, aumentar la aplicación de la cadena perpetua y amplía el uso de la pena de muerte a cuatro nuevas figuras delictivas.

En la misma reunión, el presidente y director del periódico El Nacional, Miguel Henrique Otero, se refirió a la situación en Venezuela, indicando que se trata de un país apagado para la libertad de expresión. “Los venezolanos se enteran de lo que pasa a través del canal del estado, y algunos medios que restan por ahí”, dijo. Y agregó que, además,  la conexión a internet es limitada y costosa. Otero también contó sobre el diario que preside, El Nacional, cuya sede en Caracas recientemente fue embargada por las autoridades chavistas a raíz de una demanda de Diosdado Cabello, diputado a la Asamblea Nacional de Venezuela y vicepresidente del Partido Socialista Unido.

El caso de Bolivia es similar. El vicepresidente de la Asociación Nacional de la Prensa, Jorge Carrasco, dijo que “la situación en el país es complicada y sigue la tendencia de la región”. Advirtió que desde la llegada de Luis Arce al poder, aumentaron las restricciones y agresiones contra los periodistas y medios. Ejemplificó con el juicio contra la expresidenta Jeanine Áñez, donde se excluyó a varios medios y periodistas, bajo el pretexto de que no presentaron las acreditaciones.

El trabajo del periodismo es vital para la democracia y, por lo tanto, debemos proteger la libertad de prensa y expresión. El último reporte de Edelman Trust Barometer 2021, que mide la confianza, señala que estamos en un mundo atrapado en un círculo vicioso de desconfianza, alimentado por una creciente falta de fe en los medios y el gobierno. A través de la desinformación y la división, estas dos instituciones están alimentando el ciclo y explotándolo para obtener ganancias comerciales y políticas. Restituir esta confianza, y garantizar la libertad de informar debe ser una prioridad de los gobiernos.

 

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