Tras las juntas de accionistas de 2023, las mujeres representaban el 20,9% en los directorios de las empresas IPSA. Desde 2011, el número de mujeres en directorios ha aumentado año a año, y se espera que en 2024 continúe esta tendencia. Sin embargo, aún faltan varios años para que Chile supere el umbral de 30%, que es el nivel de participación de los países desarrollados.
Alfredo Enrione, director del Centro de Gobierno Corporativo y Sociedad del ESE Business School, comenta que en la última década prácticamente se ha triplicado la proporción de mujeres en los directorios IPSA. Buena parte de ese aumento es una “aceleración” que vimos desde 2019. “En este sentido, creemos que la tendencia continuará y llegará pronto a los niveles de los países desarrollados, superior al 30%.
Sin embargo, dado que los directores son designados típicamente por tres años, creemos que este nivel se alcanzará recién el 2025 o 2026”, indica.
De la misma manera, la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) estima que en 2028 se alcanzaría la equidad en los directorios de empresas IPSA, en base a la participación existente en 2022 y al crecimiento promedio entre 2019 y ese año.
El proyecto de ley que promueve una cuota de mujeres en los directorios podría acelerar la incorporación de estas, señala Luis Alberto Aninat, abogado socio de Aninat. “Pese al aumento que se ha experimentado en los últimos años, las empresas siguen estando al debe en esta materia”, afirma.
Efectos positivos.
Los expertos explican que una mayor diversidad de género en los directorios tiene un impacto positivo. “En nuestros estudios, por ejemplo, vimos que en directorios con paridad femenina había un mejor clima interno, los miembros estaban mejor informados, se hacía una mejor gestión de los riesgos y en su opinión sus decisiones eran más sostenibles y fáciles de implementar”, señala Enrione.
Sin embargo, Susana Sierra, directora ejecutiva de BH Compliance, asevera que tener diversidad de género es solo un primer paso. Indica que las buenas prácticas internacionales apuntan a que existan también diferencias de edad, de profesión y de educación, con el objetivo de que los directores tengan una mirada distinta. “Que efectivamente puedan aportar a una discusión rica y a hacer las preguntas correctas.
Cuando existe diversidad se toman mejores decisiones y hay mejores resultados económicos”, dice Sierra.
Un estudio realizado por Jacqueline González, jefa de desarrollo e innovación de Elecmetal, para el Magíster en Diseño e Innovación Sostenible UDD, revisó el perfil de las directoras de 30 empresas IPSA. De las 56 directoras que había al 2023, 27 tienen entre 51 y 60 años. Además, el 70% son chilenas y el 84% es ingeniera comercial, ingeniera, economista o abogada. La mayoría (17) estudió en la Universidad Católica o en la Universidad de Chile (9).
El 73% de las directoras tiene estudios de posgrado, y la mayor parte (19) los cursó en Estados Unidos.
“Hay una relación positiva entre diversidad en la gestión y en innovación. Es decir, a mayores niveles de diversidad, se generan más ingresos. Esta relación positiva no se limita solamente a un tipo de diversidad”, afirma González. En ese sentido, destaca que es positivo incluir más dimensiones de diferencias, como la nacionalidad y la trayectoria educacional.
Escrita por Catalina Muñoz-Kappes
Fuente: El Mercurio