El «vacunagate» acaba con la carrera política de Martín Vizcarra. El expresidente peruano ha sido inhabilitado para ejercer cargos públicos durante diez años por vacunarse irregularmente contra la COVID-19 con la inyección china Sinopharm.
El Congreso considera que ha infringido seis artículos de la Constitución. «En medio de la pandemia, traicionando a miles de peruanos que estaban luchando en los hospitales, luchando en las calles para protegerse, él se estaba vacunando y no sólo él sino también sus familiares y sus colaboradores más cercanos«, ha criticado el congresista del partido Alianza para el progreso Fernando Meléndez.
Vizcarra dice que el resultado de la votación, con 86 votos a favor y ninguno en contra, no le ha tomado por sorpresa. «Confiamos en que esta medida será revertida en las instancias correspondientes; tanto las instituciones autónomas nacionales como internacionales revertirán esta situación».
Una segunda ola con 300 muertos diarios
El escándalo no ha sentado bien en un país que se acerca al millón setecientos mil casos de COVID-19. El sistema sanitario peruano ha llegado a su límite, obligando al Gobierno a prorrogar este sábado el estado de alarma un mes más. 41 provincias, entre ellas Lima, volverán a la situación de «alerta extrema».
Hace más de un año que rige en el país un toque de queda nocturno de nueve de la noche a cuatro de la mañana que no ha impedido que sigan creciendo los contagios con un gran pico en la última semana, que ha contado una media de 300 fallecidos diarios. Una segunda ola de la pandemia que llega impulsada por la variante brasileña del coronavirus, más contagiosa.
La campaña de vacunación que comenzó en febrero ya ha inmunizado a 700.000 personas con al menos una dosis de las vacunas de Sinopharm y Pfizer, y se prevé una ampliación de los centros de vacunación para impulsar la campaña gracias a la llegada este domingo de un primer lote de 260.000 dosis de la vacuna de AstraZeneca, enviadas por el Mecanismo Covax.
Source: EuroNews