La multinacional suiza, Glencore Plc -dedicada a la explotación y comercialización de materias primas y alimentos, además de ser propietaria de minas de cobre y carbón-, informó que llegó a acuerdo con Estados Unidos, Reino Unido y Brasil, declarándose culpable de la acusación de soborno a funcionarios extranjeros en África y Sudamérica, además de manipulación de los mercados petroleros.
La compañía aceptó pagar US$1.020 millones a Estados Unidos y US$ 40 millones a Brasil. Aún está por definirse el monto por sanciones que deberá transferir a Reino Unido, lo que se definirá tras una audiencia de sentencia programada para el 21 de junio.
La empresa espera que las sanciones en total no superen los US$ 1.500 millones, que reservó en febrero para resolver investigaciones en curso. Glencore fue investigada en 2018 por el Departamento de Justicia (DOJ) estadounidense por corrupción relacionada con sus actividades en Nigeria, Venezuela y en la República Democrática del Congo.
Estos acuerdos ponen fin a las denuncias presentadas por estos países, pero aún hay procesos en curso en su contra en Suiza y Holanda.
Hechos en Brasil
El pago a Brasil, de US$ 40 millones, se da en virtud de una resolución firmada con la Oficina del Fiscal Federal de Brasil, por una investigación de soborno.
Los actos de corrupción cometidos en el país sudamericano, se relacionan con el caso Lava Jato, uno de los episodios más relevantes de corrupción en ese país, que se conoció en 2014. Se trata de “diversos actos relacionados con esquemas para el pago de cantidades indebidas, a través de intermediarios, a empleados de Petrobras a cambio de favores ilícitos en operaciones comerciales”, lo que permitió dar ventaja a Glencore, en la compra y venta de combustibles que realiza la estatal brasileña en el exterior.
Según indicó la Fiscalía, la empresa se comprometió a presentar la información y pruebas sobre los hechos ilícitos, identificando a los partícipes, además de adoptar medidas especiales de integridad y transparencia, y aplicar efectivamente códigos de ética y conducta.
EE.UU. e Inglaterra
Según los términos de las resoluciones estadounidenses, Glencore pagará multas de US$ 700 millones para resolver investigaciones de soborno y US$ 485 millones por la acusación de manipulación de mercado por parte del DOJ y la Commodity Futures Trading Commission (CFTC).
De esa cantidad, hasta US$ 165 millones serán para atender otros asuntos paralelos, incluso en el Reino Unido, por lo que se espera que el monto neto a pagar a las autoridades sea de US$ 1.020 millones.
La Oficina de Fraudes Graves (SFO) del Reino Unido, abrió la investigación de corrupción en 2019 con el nombre en código Operación Azoth, dijo el pasado martes 24 de mayo que agentes y empleados de Glencore, pagaron sobornos por valor de más de US$ 25 millones por acceso preferencial al petróleo, con la aprobación de la empresa, en Camerún, Guinea Ecuatorial, Costa de Marfil, Nigeria y Sudán.
La SFO, que dijo trabajar en paralelo con el Departamento de Justicia de Estados Unidos y con fiscales holandeses y suizos, alegó que agentes y empleados de Glencore pagaron sobornos por valor de más de US$ 25 millones por acceso preferencial al petróleo, con la aprobación de la empresa.
Compliance
Además de las sanciones económicas, se le exigió a la empresa contar con un supervisor de cumplimiento independiente, durante tres años, que vele por la ejecución de los acuerdos por parte de la empresa, y que evalúe la eficacia de su programa de compliance y controles internos.
Asimismo, Glencore sigue cooperando con una investigación en curso en su contra y previamente revelada por parte de la Oficina del Fiscal General de Suiza («OAG»), por no contar con medidas de prevención de corrupción, y otra investigación similar por parte del Ministerio Público holandés.
El Director Ejecutivo, Gary Nagle, dijo que reconocen la mala conducta y que han cooperado con las autoridades, además de destacar que estos hechos no son tolerables en Glencore. Por lo mismo, contó que han tomado medidas significativas para construir e implementar un Programa de Ética y Compliance “de clase mundial”.
Estos hechos refuerzan la importancia de que las compañías cuenten con programas de compliance que vayan más allá del papel y el cumplimiento de las leyes, que permitan proteger a la empresa y su directorio en caso de verse involucrada en hechos de corrupción. Asimismo es fundamental que estos programas se rijan no solo por las normativas locales, sino las globales, de manera de prevenir los riesgos a los que se exponen en cada filial a tiempo, y no ex-post.
Imagen: América Economía