El presidente de Bolivia, Luis Arce, juramentó este viernes a Édgar Pary como nuevo ministro de Educación, una designación que se hizo esperar tras la renuncia de su antecesor, Adrián Quelca, acusado por supuesta corrupción en un caso de tráfico de exámenes.
La posesión de Pary se efectuó en la Casa de Gobierno en La Paz, una semana después de que Quelca pusiera su cargo a disposición para afrontar un proceso judicial en el que la Fiscalía pidió su arresto domiciliario, acusado por incumplimiento de deberes.
La denuncia contra Quelca, hecha por una viceministra, data de julio de este año por el caso de “tráfico de exámenes” para favorecer designaciones en cargos directivos institucionalizados, pero los efectos se notaron recién la semana anterior cuando el entonces titular de Educación dimitió, aunque aseguró ser inocente.
“Vamos a trabajar de manera coordinada” con sectores sociales, maestros, universidades y representantes de los estudiantes, manifestó el nuevo ministro durante su discurso.
Pary aseguró que su función se concentrará principalmente en el cierre de esta gestión y la planificación de la próxima en el marco de la educación en las modalidades presencial, semipresencial y a distancia debido a la pandemia y la cuarta ola de contagios que afronta el país.
Además, el presidente Arce expresó que uno de los principales “desafíos” del nuevo ministro está relacionado con la “calidad educativa” que actualmente tienen los estudiantes y que, a su juicio, dista mucho de aquella que tenían anteriores generaciones.
El mandatario, que también es docente de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) de La Paz, apeló a su experiencia para manifestar las deficiencias que observa en los estudiantes, que llegan a la educación superior con deficiencias en redacción y operaciones matemáticas simples.
Arce dijo que es necesario “restaurar el Observatorio de Calidad Educativa”, que será una entidad externa que fiscalizará y hará una valoración “real” de los avances y la situación de la educación, así como reunirse con los rectores de universidades estatales para hablar de este aspecto.
“Queremos ponerle recursos a la educación, pero también exigimos resultados“, afirmó. El jefe de Estado en su intervención no hizo referencias al caso que provocó la renuncia del anterior ministro de Educación.
El cambio en el Ministerio de Educación es el segundo que se debe a denuncias de corrupción, luego de que en abril pasado pasara algo semejante con Edwin Characayo, entonces ministro de Desarrollo Rural y Tierras, acusado de recibir sobornos a cambio de favores en procesos de saneamiento de tierras.
Fuente: CNN Chile