El combate contra la corrupción se encuentra estancado en casi todo el mundo según el último Índice de Percepción de la Corrupción de Transparencia Internacional 2022. De hecho, el 95% de los países ha alcanzado avances mínimos o nulos desde 2017.
Ante esta realidad, el compliance tiene un rol fundamental en la prevención de delitos y malas prácticas al interior de las empresas, además de alertar los riesgos y asegurar el apego a legislaciones locales e internacionales, lo que permitirá que empresas puedan eximirse de la responsabilidad penal en caso de verse involucradas en un hecho de corrupción.
Sin embargo, muchas empresas cuentan con programas de compliance en el papel, y no lo llevan a la práctica, saltándose los procesos y políticas para prevenir hechos irregulares, pudiendo verse involucradas en un caso de corrupción, a pesar de que el delito solo lo haya cometido un integrante de la compañía. Por eso es tan importante contar con programas de compliance funcionales, que generen evidencia de que las empresas están haciendo todo lo posible por evitar estos hechos.
Es ahí, donde cobra relevancia la tecnología en la lucha contra la corrupción, y el blockchain es un buen ejemplo. Se trata de una cadena de bloques, o algo así como una base de datos distribuida que facilita el registro de transacciones o documentación, creada para evitar que la información se pueda modificar una vez esta sea publicada, haciendo que se vuelva incorruptible.
Blockchain y Compliance, match perfecto
En compliance, la tecnología blockchain puede cumplir un rol clave para ayudar a las empresas a impulsar su programa de prevención de delitos.
El monitoreo continuo de los programas de compliance de las empresas genera la evidencia necesaria para que la empresa demuestre que sus procesos y controles –tanto internos como externos- funcionan y se cumplen. Esta información se resguarda en blockchain, a través de un cifrado de extremo a extremo, registrándola de manera idéntica en múltiples ubicaciones, es decir, de manera descentralizada. Así, la data es sellada, asegurando su integridad, e impidiendo que sea modificada, lo que reduce el riesgo de fraude o falsificación, conservando evidencia, sistematizando buenas prácticas, garantizando una mayor transparencia y la trazabilidad de los procesos.
A través de blockchain se crea una huella digital a toda esa evidencia generada, inalterable, que permitirá asegurar la integridad de la data años después de que haya sido recolectada, aumentando el valor al programa de compliance y siendo un escudo de protección para la empresa y directorio. Así, en caso de que una empresa se vea envuelta en un caso de corrupción, podrá defenderse, demostrando la evidencia recopilada, la que será creíble en todo el mundo, porque se podrá demostrar que fue generada y resguardada sin modificaciones.
De esta manera, compliance y blockchain son el match perfecto para combatir la corrupción, ayudando a las empresas a asegurar sus procesos de manera más transparente y eficiente, y asegurando que la información sea inalterable.
BH Compliance usa tecnología blockchain para asegurar la integridad de la data generada a través de los programas de compliance de sus clientes, protegiendo a las empresas contra las malas prácticas y asegurando que han hecho todo lo posible por prevenir la corrupción.
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