La responsabilidad penal de las personas jurídicas ha tomado relevancia ante el aumento de las exigencias normativas a nivel global. En el caso de Chile, las empresas están trabajando en la implementación de la nueva Ley de Delitos Económicos que entrará en vigor en septiembre próximo, y aún existen dudas.
Por lo mismo, BH Complaince y Dal Pozzo &Medina realizaron el webinar “Desafíos globales sobre responsabilidad penal corporativa” con el fin de dar a conocer qué está ocurriendo en otras latitudes en esta materia y la importancia de fortalecer los programas de compliance teniendo presente las normativas locales como la extraterritoriales.
La instancia fue moderada por la CEO de BH Compliance, Susana Sierra, quien señaló que este webinar busca demostrar cómo la Ley de Delitos Económicos se ajusta a los estándares y exigencias a nivel internacional.
Comenzó el Director de Legal & Compliance de BH Compliance, Francisco Bilbao, quién se refirió a las medidas que está implementando el Departamento de Justicia de Estados Unidos (DOJ) respecto a la persecución penal corporativa, buscando la cooperación de las mismas empresas para combatir los delitos de cuello y corbata, con foco en la autodenuncia y en la condena a las responsabilidades individuales, así como en programas de compliance sólidos que apliquen incentivos, existan recursos para que se lleve a la práctica y sean evaluados por terceros independientes.
Asimismo, Francisco comparó algunos puntos de la nueva normativa chilena con lo que establece el DOJ, como son la gestión de riesgos, con terceros o la aplicación del programa de compliance.
Por su parte, el abogado socio de Dal Pozzo & Medina, Gonzalo Medina -y quien participó en la elaboración de la ley de Delitos Económicos-, se refirió a los principales ámbitos de desafíos para un correcto funcionamiento de las modificaciones de esta normativa en materia de responsabilidad penal. En ese sentido, se refirió cuatro ámbitos problemáticos: (1) el nuevo marco que incluye la ampliación del catálogo de delitos y el nuevo modelo de atribución de responsabilidad penal; (2) los desafíos culturales como el fin de la certificación, el cambio cultural de gobiernos corporativos y una litigación temeraria; (3) los desafíos institucionales como la formación de jueces y de fiscales; y (4) los desafíos empresariales como la coordinación interna, modelos adaptados a riesgos así como la real percepción de estos, y los estándares sectoriales.
Finalmente fue el turno del Director del Master de Cumplimiento Normativo de la Universidad Castilla de la Mancha de España, Adán Nieto, se refirió a cómo la nueva normativa chilena responde a los estándares internacionales, destacando que Chile se integra en un modelo de responsabilidad penal de las personas jurídicas, que es “el modelo genéticamente italiano de la 231”, en la cual se inspiraron otros países como España, Perú o Argentina.
También resaltó cómo se incorpora la responsabilidad del numero de personas que puede ser responsable a la empresa. Y en esto, dijo que hay un elemento “tremendamente innovador en la ley chilena que va en conexión con fenómenos que están ocurriendo también en la Unión Europea, que es la responsabilidad penal derivada por actos de los proveedores”.
Además, Adán Nieto destacó la importancia del análisis de riesgo para medir la eficacia de los programas de compliance.