
Ha pasado un año desde que la Ley de Delitos Económicos comenzó a regir para las empresas, marcando un antes y un después para el entorno empresarial en Chile, aumentando las exigencias legales y las sanciones penales.
Durante estos 12 meses, las organizaciones han debido adaptar y robustecer sus programas de compliance, enfrentar nuevas exigencias de control y evaluar sus estructuras internas para asegurar el cumplimiento efectivo de la ley. Esta transformación ha involucrado no solo ajustes técnicos, sino también cambios culturales al interior de las organizaciones.
Para abordar esto desde tres perspectivas diferentes, BH Compliance realizó el webinar “Ley de Delitos Económicos: Análisis del primer año”, que contó con un panel moderado por Susana Sierra, CEO de BH Compliance, y que contó con Consuelo Salinas, Subdirectora Unidad Especializada en Delitos Económicos, Medioambientales, Ciberdelitos y Lavado de Activos (ULDDECO) de la Fiscalía Nacional; Marcelo Aguilera, Gerente Contralor & Oficial de Cumplimiento de Grupo Camanchaca, y Ramón Montero, Gerente de Operaciones de BH Compliance.
Susana Sierra comenzó con un breve resumen sobre lo que ha significado este primer año de vigencia de la normativa para las empresas. Destacó que la ley les ha permitido a las organizaciones conocerse a sí mismas y que muchas han pasado del temor inicial a una visión más constructiva.
El panel lo abrió Ramón Montero, quien entregó la mirada de un tercero evaluador independiente, desde su experiencia en BH Compliance. En su intervención presentó un panorama general de los principales cambios legales y cómo estos se alinean con los estándares internacionales en materia de cumplimiento. Además, destacó la relevancia de la independencia del evaluador externo, donde no solo debe evitarse que haya participado en la implementación del modelo, sino también garantizar su independencia financiera y en la prestación de otros servicios.
Luego fue el turno de Consuelo Salinas, quien compartió la experiencia del Ministerio Público en la implementación de la ley, destacando que implicó un verdadero cambio de paradigma, ya que, por primera vez, se establece un concepto legal claro de “delito económico”, lo que pone fin a largas discusiones doctrinarias. Asimismo, explicó que, al ser una norma altamente técnica y exigente fue necesario un proceso intensivo de capacitación para fiscales y policías.
Finalmente, Marcelo Aguilera compartió la experiencia de Grupo Camanchaca en su proceso de adaptación a la nueva ley desde la perspectiva empresarial, resaltando que la matriz de riesgos fue el eje central del trabajo, la que fue desarrollada junto a todos los niveles de la empresa, desde el directorio hasta los operarios. Asimismo, destacó que el proceso incluyó una transformación organizacional donde el rol del directorio fue clave para incorporar el compliance dentro de la estrategia corporativa.