En un mundo de cambios acelerados, las empresas se ven constantemente enfrentadas al desafío de adaptarse, evaluar tanto los riesgos internos como los que puedan afectar su entorno y a los grupos de interés, poniendo la mirada en el largo plazo. En términos de sustentabilidad, las empresas se ven cada vez más expuestas a exigencias relacionadas a su impacto social y medioambiental, presionados por:
Demandas de los inversionistas
: Los grandes inversionistas exigen cada vez más información no financiera, como el impacto medioambiente, la relación con las comunidades, la ética y transparencia empresarial, considerados como indicadores de riesgos.
Demandas de alineación entre la organización e individuos: las empresas que tienen consciencia de su rol en la sociedad y con cada uno de sus integrantes, que son consistentes en su forma de actuar, en base a valores y objetivos colectivos, son más atractivas para empleados y consumidores.
- Presión normativa y de cumplimiento: cada vez son más las regulaciones locales y globales que están marcando las pautas para un actuar sostenible. Asimismo, se está avanzando en regular prácticas que van en sentido contrario, como el greenwashing.
En este escenario, la presión sobre las compañías por llevar a cabo acciones robustas en materia ESG (medioambiental, social y de gobernanza) es cada vez mayor, exigiendo a las organizaciones que reporten con datos precisos y coherentes.
Sin embargo, fortalecer los indicadores ESG también pueden ser una importante ventaja competitiva; una oportunidad de entrar a nuevos mercados y expandir a los existentes, a la vez que se reducen costos disminuyendo o evitando el uso de recursos.
Dentro de estos tres criterios, la “G” es un componente clave para la sustentabilidad y la creación de valor sostenido en el largo plazo ya que una buena Gobernanza permite sustentar la “E” y la “S”, construyendo un entorno de confianza, transparencia y responsabilidad, necesario para fomentar la inversión, estabilidad financiera y la integridad de la empresa en el largo plazo.
¿POR QUÉ ES IMPORTANTE MEDIR LA “G”?
Si destináramos tiempo y recursos para mejorar la gobernanza, será fundamental saber el estado en que se encuentran los indicadores que lo miden y hacer seguimiento para evaluar el progreso en el tiempo, lo que tiene diversas ventajas.
- Visibilizar indicadores que no suelen ser medidos, identificando brechas y oportunidades de mejora.
- Evaluar la efectividad de políticas y el cumplimiento de los procedimientos asociados a ellas.
- Comparar con buenas prácticas internacionales.
- Generar planes de acción y mejora con metas concretas, con un sistema de implementación, medición y reporte.
- Acelerar la agenda de sostenibilidad, formalizando y robusteciendo la estructura de gobierno corporativo.
¿QUÉ MEDIR?
Efectividad del directorio: son los líderes de la organización, los tomadores de decisión y, por lo tanto, el ejemplo a seguir. Su rol y liderazgo es fundamental para mejorar la toma de decisiones y producir impactos positivos en el desempeño de la empresa.
Riesgo y manejo de crisis: Una buena gestión de riesgos favorece la identificación de amenazas, obstáculos y oportunidades para crear y proteger el valor que aporta la empresa.
Compensación y remuneración: La estructura de incentivos es uno de los mecanismos más relevantes para alinear los intereses de los directores y sus empleados con los objetivos de la empresa.
Relación con los stakeholders: un buen gobierno corporativo es aquél que actúa en concordancia con sus grupos de interés, lo que incluye a trabajadores, proveedores, clientes y el entorno.
Ética y transparencia: ambos valores son vitales para que una buena gobernanza sea real. De nada sirven las normativas si no existe ética y transparencia en cada acción que realiza la empresa.
Efectividad del directorio
Riesgo y manejo de crisis
Compensación y remuneración
Relación con los stakeholders
Ética y Transparencia
Composición del directorio
Liderazgo corporativo
Asignación de recursos
Conocimiento de riesgos
Gestión de riesgos
Estructura de incentivos
Compromiso con los stakeholders
Manejo de la cadena de suministro
Anticorrupción e integridad
Responsabilidad política
Ética en los negocios
Transparencia
Prácticas competitivas
Estrategia tributaria
Sin embargo, medirla no está exenta de dificultades.
DIFICULTADES PARA MEDIR LA “G”
Existen muchos y muy diferentes estándares globales a los que la empresa puede ceñirse (GRI, SASB, CSRD, WEF, OECD).
Es complejo saber si la política de la empresa cumple con estándares internacionales y si es adecuada para la realidad de la empresa.
La verificación y medición de la efectividad de los procesos internos.
Dificultad en la coordinación de distintas áreas de la empresa que suelen trabajar por separado.
Los registros y bases de datos están dispersos, lo que dificulta la medición ágil, precisa y constante.
Las regulaciones, que van cambiando constantemente.
El dinamismo externo y situación de la empresa, lo que hace más difícil poder destinar recursos a esto.
¿CÓMO MEDIR LA G DE ESG? : HERRAMIENTAS DE MEDICIÓN
Para medir la G correctamente es fundamental partir por un diagnóstico y análisis de todas las políticas internas y procesos de la empresa relacionados a indicadores de gobernanza, para detectar brechas y oportunidades de mejora. Existen 3 formas de hacer esto:
Autoevaluación: la misma empresa hace un benchmark de los indicadores que quiere cumplir y a través de sus oficiales de cumplimiento o encargados de sustentabilidad se hace un diagnóstico de las políticas y se crea un plan de largo plazo.
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Consultoría: a veces, las políticas pueden ser demasiado técnicas y se necesita de la ayuda de consultores que mejoren las políticas o que permitan la implementación de ellas. Muchas veces se requerirá la experiencia de más de un consultor debido a que todos los tópicos son diferentes.
Evaluación externa: es recomendada cuando la empresa busca establecer un diagnóstico transversal de los indicadores de gobernanza de la empresa usando estándares internacionales. El diagnóstico puede ser realizado cada año para observar la evolución de los indicadores y sus resultados para poder reportar a las diferentes entidades. Puede ser complementaria a una consultoría o una autoevaluación. e
¿CÓMO FUNCIONA G-METRIX?
G-Metrix es la herramienta de evaluación externa de diagnóstico de gobernanza desarrollada por BH Compliance. El equipo designado deberá contestar una serie de preguntas asignadas a diferentes áreas de la empresa, respaldando las respuestas con evidencia concreta.
Luego, todas las respuestas y la evidencia son sometidas a una revisión de un equipo experto, en donde se levantan brechas y recomendaciones de acuerdo con las mejores prácticas en base a estándares internacionales.
Tras la medición, se generará un plan de acción que permite a la empresa mejorar su indicador de gobernanza.
LUEGO DE LA MEDICIÓN: DEFINIR UN PLAN
Fortalecer la “G” de ESG va más allá de realizar un conjunto de iniciativas, programas y políticas. Se trata de un plan que debe estar integrado a la estrategia corporativa.
Para definir este plan, se debe tener claro cuáles son los ítems importantes para la empresa en el corto, mediano y largo plazo, estableciendo una hoja de ruta en donde se pueda priorizar los próximos pasos a seguir.
Para esto, se debe:
Hacer revisión periódica de la gestión de la Gobernanza a través de indicadores concretos.
Una vez que tenemos la medición, establecer los puntos de mejora y la prioridad que se les quiere dar.
Establecer una cultura de mejora continua interna como mecanismo de crecimiento sostenidos de la G, más allá de acciones sueltas.
Siguiendo estos pasos, las empresas podrán contar con una “G” potente, que sustentará la “E” y la “S” de los criterios ESG, orientando acciones medioambientales y sociales que crearán una ventaja competitiva para el negocio y valor sostenido en el largo plazo.
