¿Cuántas veces ha escuchado hablar de blockchain sin tener idea qué es e incluso sin parecerle interesante? ¿Qué pasaría si le cuento que esta herramienta tecnológica tiene una serie de beneficios que de seguro se está perdiendo?
Así es, la imparable carrera de la innovación nos ofrece un abanico demasiado amplio de oportunidades que puede resultar abrumador, dejando importantes beneficios fuera de nuestro alcance solo por ignorarlas.
Es lo que sucede con el blockchain, una herramienta tecnológica que, si bien surgió como un sistema de seguridad para garantizar la protección de la información de criptomonedas, sus ventajas están generando un importante valor a diversas industrias que lo utilizan en sus cadenas productivas. Por ejemplo, Volvo usa blockchain en la cadena de suministro de baterías para dar trazabilidad al cobalto con el que fabrican las baterías de ion-litio en autos eléctricos y Walmart lo utiliza para rastrear alimentos, pudiendo conocer si un producto está contaminado y frenar así la propagación de posibles enfermedades.
Con esto, vemos cómo su implementación permite obtener información detallada sobre cada evento y tomar acciones informadas.
Bajo esa lógica, vemos cómo también puede cumplir un rol relevante en la lucha contra la corrupción y apoyar a las empresas a cumplir las exigencias normativas actuales.
Pero vamos por parte. Frecuentemente se describe al blockchain como una cadena de bloques, sin embrago, esa definición por sí sola no aclara mucho.
Para explicarlo, podríamos definirlo como un libro de contabilidad digital distribuido entre muchas computadoras interconectadas, de manera que los datos no quedan centralizados en una ubicación, como ocurre con una base de datos tradicional. Cada vez que se hace una transacción o se suma nueva documentación, esta se registra en un bloque y luego se agrega a una cadena de bloques, que es como un registro histórico de todos los datos.
Algunos de sus beneficios es que permite llevar un registro seguro, descentralizado y sincronizado de las operaciones digitales, sin necesidad de la intermediación de terceros, ofreciendo agilidad para acceder a ella, una mayor transparencia, trazabilidad e inviolabilidad de la información al no poder ser modificada, haciéndola incorruptible.
Por esto, blockchain es el complemento perfecto para el compliance, porque asegura la integridad de la información en un mundo de desconfianza, dándole a las empresas la oportunidad de ser protagonistas en la recuperación de un valor tan trascendental como es la confianza.
Con esta herramienta, las empresas podrán resguardar de manera segura la evidencia de sus buenas prácticas generada por sus programas de compliance, la que podrá ser usada en caso de que necesiten defenderse en una investigación por corrupción y así evitar sanciones penales al demostrar que han hecho todo lo posible por prevenir, al mismo tiempo que apuntan hacia los verdaderos responsables.
Si a esta ecuación sumamos la nueva ley de Delitos Económicos que rige en Chile, podemos apreciar el valor que cobra blockchain, dando tranquilidad a las empresas, sus directores y altos ejecutivos, al saber que “bajo llave” tienen la evidencia que podría demostrar la eficiencia de sus procesos preventivos y de un impacto positivo en la gestión de riesgos. Esto, en un contexto donde la nueva normativa amplía la responsabilidad penal de las personas jurídicas ante un extenso catálogo de delitos económicos y medioambientales, con especial foco en sus líderes.
No podemos dejar de mencionar la importancia del compliance en las empresas, siendo el corazón del negocio, guiándolas hacia la concreción de las metas y el aumento de su rentabilidad sin dejar de lado el cómo lograrlo. Blockchain, por su parte, viene a fortalecer esto, dejando huella de los procesos y buenas prácticas que llevan adelante las empresas, dando integridad a sus registros.
Sabemos que la mayoría de las empresas están preocupadas de hacer las cosas bien, de realizar sus procesos de manera honesta, acorde a las normativas y previniendo posibles delitos. Sin embargo, nadie está libre de que algo pase y de que una compañía se pueda ver envuelta en un delito, y, en ese caso, sería grave no contar con la evidencia de un compliance robusto, o que las autoridades no creyeran en esta. Ahí, blockchain se vuelve crucial.
No cabe duda que hoy la innovación es imprescindible para el éxito y debemos abrirnos a ella sin temor, aunque conociendo sus potenciales riesgos y haciéndonos cargo de ellos. El último Barómetro de la Confianza de Edelman reveló que las empresas (55%) son la institución en la que más se confía para para introducir las nuevas tecnologías en la sociedad y garantizar que estas sean seguras, comprendidas y accesibles, por sobre las ONG (48%), medios de comunicación (38%) y gobiernos (37%). Por eso, el sector privado está llamado a ser responsable con la tecnología, porque la confianza es el mayor valor que puede ofrecer a través de esta.
Cuando vemos las infinitas soluciones que ofrece blockchain, nos damos cuenta de que podemos estar desaprovechando una serie de ventajas que podrían generarnos más valor del que imaginamos. En este caso, blockchain es un aporte en una de las luchas más difíciles y desafiantes a nivel global, como es la lucha anticorrupción, de la mano de un match perfecto como es el compliance.
Por Susana Sierra, Directora Ejecutiva BH Compliance
Publicada en La Tercera