Decepciona que instituciones que creíamos honestas hayan cometido errores garrafales. No es que se les perdone menos que al sector privado o al público. Pero en Chile, las Fuerzas Armadas y Carabineros se han caracterizado por ser intachables. El fraude al fisco y las cuantiosas sumas de dinero que se robaron los miembros de Carabineros, es tema obligado: ¿qué falló? ¿Cómo es posible que este caso haya pasado inadvertido tanto tiempo? Fallaron los controles internos. Nadie fiscalizaba. La falta de control está en todos lados y es lo que tenemos que mejorar si queremos cambiar la desconfianza en Chile. Una correcta administración en firmas, organizaciones de la sociedad civil y en instituciones públicas es vigilar de cerca, cerciorarse de los flujos de caja, de los métodos y objetivos.
Hay que desconfiar. Sólo de esa forma se podrá hacer una fiscalización efectiva. Y ojo a quiénes les encomendamos esa tarea, porque puede que los mismos que están ejerciendo el control estén incurriendo en malas prácticas. En casos como el de Carabineros, se hace urgente una fiscalización externa. Los medios han informado que son los altos mandos los que admiten debilidades. Por lo mismo, se necesita un control que prevenga, encuentre los delitos y los repare. Medir el cómo también es importante. No porque las políticas de riesgo hayan funcionado, van a ser efectivas hoy. La misma Contraloría detectó que Carabineros tiene un problema sistemático. La fiscalización debe ser a prueba de balas.
Susana Sierra Socia y gerente comercial BH Compliance
Fuente https://www.nexchannel.cl/Nex/noticias/noticia_pescrita.php?nota=15969818