Autoridades de México y Estados Unidos están investigando a la firma estadounidense WhiteWater Midstream por el presunto caso de corrupción en millonarios contratos con la Comisión Federal de Electricidad (CFE) empresa estatal de electricidad mexicana, dependencia que, a su vez, advirtió que emprenderá acciones legales en contra de varios exfuncionarios por este caso.
El pasado viernes, a través de un comunicado, la CFE aseguró que los contratos fueron entregados a WhiteWater entre 2016 y 2017, en los últimos años de la gestión del expresidente Enrique Peña Nieto, en circunstancias sospechosas dado que la empresa era de reciente creación y no contaba con activos ni experiencia en la industria.
“Los contratos con esta empresa son desfavorables y no equilibrados, con cláusulas y condiciones leoninas tales como que CFE no puede terminar bajo circunstancia alguna un contrato de gas por 15 años, no puede penalizar a la empresa privada bajo situaciones de incumplimiento en el suministro, los montos de las garantías de CFE a la empresa están fuera de mercado y los volúmenes de gas son crecientes y sin estar vinculados a las necesidades con las plantas de generación de CFE”, señala el informe.
Asimismo, la compañía eléctrica estatal añadió que intentó iniciar un proceso de renegociación de las condiciones de los contratos, sin embargo, directivos de la firma se negaron a llegar a un acuerdo.
Desde la agencia de noticias Reuters se intentó contactar a los voceros de WhiteWater en para conocer su postura, aunque no hubo éxito.
Cabe señalar que, entre lo dicho por la CFE, entre los contratos sospechosos se encuentra el de un gasoducto en Estados Unidos por “miles de millones de dólares” y a más de 20 años, que fue asignado sin un proceso de licitación y sin el visto bueno de la Secretaría de Hacienda.
“Existe un contrato de gasoducto en Estados Unidos, el cual era innecesario para fines y necesidades de CFE, que fue asignado sin un proceso de licitación transparente y competitivo que garantizara las mejores condiciones para la Comisión y el Estado Mexicano”, señala el comunicado.
Una investigación de la plataforma periodística para las Américas, CONNECTAS, llamada “Los ganadores desconocidos de la reforma energética en México”, nombra como una de las principales beneficiadas, precisamente, a la compañía WhiteWater.
Entonces explican como Guillermo Turrent, quien después de 16 años en Estados Unidos, regresó a México en 2013 –en el sexenio de Peña Nieto– para unirse a la plantilla de la CFE. En 2015 se convirtió en el director de CFE International, la filial de la paraestatal encargada de gestionar las negociaciones con las empresas extranjeras que, dicho se de paso, estuvo tan bien protegida legalmente en su creación, que se logró dejarla fuera de la responsabilidad de dar explicaciones sobre sus operaciones.
Guillermo Turrent es investigado actualmente por firmar los contratos de los que ahora se queja la misma CFE. Según la investigación de CONNECTAS, su relación con los empresarios de WhiteWater está muy lejos de ser una simple casualidad.
Y es que él trabajó en Shell con el que era el fundador de WhiteWater Midstream en 2016, cuando se firmaron dichos convenios, llamado Matthew Calhoun. A finales de los años 90 el estado estadounidense de California vivió lo que México con su reforma energética: se abrieron a la iniciativa privada en búsqueda de menores precio a los ciudadanos.
Pero ocurrió lo contrario y a principio de la década del 2000 California sufrió una crisis energética tan grave de que desencadenó apagones –con terribles pérdidas millonarias– en ciudades como San Diego y San Francisco. Shell, según revelaron investigaciones, se aprovechó de los precios que se iban imponiendo por la crisis para vender competitivamente. Y los nombres de Turrent y Calhoun figuraban en todo ese entramado, aunque no fueron acusados dentro de este.
Como señala CONNECTAS, después de hacer eso en California, nuevamente se encontraron de frente a un mercado energético estatal recién liberalizado: el mexicano.
Fuente: Infobae