«Estos casos van a repercutir a las nuevas generaciones», es la reflexión que hace de los últimos escándalos financieros la co-jefa y profesora del diplomado en Compliance y Buenas Prácticas Corporativas UC, Susana Sierra.
Casos como Penta, las transacciones de Juan Bilbao o el mercado de los pollos han puesto en entredicho la reputación de un sector empresarial, cuestionando el trabajo de diversas organizaciones y entidades financieras.
Sierra valora que este tipo de casos salgan a la luz. Considera que el resto del empresariado y especialmente los directores de empresas están teniendo mayor conciencia de estos temas y de paso han tenido un importante impacto entre los estudiantes de las escuelas de negocios.
«Estos casos van a repercutir a las nuevas generaciones. Por temas de emprendimiento, me ha tocado ver cómo estos temas comienzan a tomar mayor importancia. Se ha instaurado entre las personas que están entrando al mercado laboral, entre los estudiantes, que acá ya no se puede hacer lo que uno quiera», afirma.
-En las universidades, ¿se nota una nueva generación de empresarios y hombres de negocios?
-De todas maneras, es muy notorio. Hago clases de emprendimiento a ingenieros comerciales de quinto año desde el 2009, y he visto el cambio desde 2009 hasta ahora. Hay un tema mucho más grande de conciencia social entre los alumnos, son proyectos mucho más preocupados de generar un impacto social -crear valor compartido, generar temas positivos con los que interactúan- y no solamente un impacto económico.
Entonces esa misma visión lleva a que estos futuros empresarios busquen ser responsables con las personas que trabajan en la empresa, con los clientes, con la sociedad.
-¿Y en los gobiernos corporativos?
-Ahí se nota que hay un cambio fuerte. Con el caso La Polar hubo un antes y un después: Antes se aspiraba a estar presentes en muchos directorios, pero ahora los mismos directores se cuidan, porque si están en demasiadas empresas es imposible que puedan desempeñarse bien. No tienen tiempo para ocuparse de todos los asuntos.
-¿Cuáles cree que son las claves para mantener una buena reputación empresarial?
-Hay que estar súper consciente o actuar dentro de lo que está bien y que está mal ir más allá, a pesar de que exista o no exista una ley; hay que tener conciencia y siempre actuar en algo que después no te dé vergüenza que se destape. En el extranjero me tocó ver a un empresario de una constructora que reclamaba porque, a su juicio, los llenaban de leyes y regulaciones como parte de una conspiración de Europa para aumentar los costos en temas de seguridad laboral.
Da lo mismo si existen normas de seguridad laboral; si tienes un empleado que está bajo tu cargo tienes que preocuparte de su seguridad, entregarles cascos, arnés, porque tú eres el responsable de estas personas. Eso es lo más importante que tiene que pensar un empresario hoy día: Ellos no sólo son responsables de sus familias, también de sus trabajadores, de sus proveedores y todos los stakeholders que tengan relación con él.
«Las organizaciones tienen que tomar conciencia de los riesgos»
-¿Cómo cree que se debe enfrentar a nivel de organización cuando un determinado miembro de la empresa incurre en estas malas prácticas?
-Antes de que ocurra, las organizaciones tienen que tomar conciencia de los riesgos que puede tener el incurrir en malas prácticas, y tener controles para que esto no ocurra, pero que vayan más allá de una política escrita o un reglamento interno. Debe haber capacitaciones, difusión dentro de la organización. Y después de que haya ocurrido una mala práctica, lo mejor y lo más limpio es enfrentarla, analizar qué ocurrió, si es que efectivamente no había un control, un procedimiento. Si es que no existía, será culpa de la empresa, y en caso de existir, será culpa de la persona que no lo cumplió.
Hay que saber diferenciar este tipo de conductas, porque puede ser que la empresa tenía todo ordenado, pero después una persona cometió un ilícito.
-¿Cómo puede reponerse a esta situación una empresa que caiga en este tipo de situaciones?
– Principalmente limpiando la empresa y estableciendo las buenas prácticas. Hay empresas que han tenido crisis por malas prácticas y se han podido levantar. Siemens a nivel mundial tuvo casos graves de corrupción y se pudo levantar, hoy son un ejemplo en compliance . En Chile también está el caso de Ceresita, que tuvo acusaciones de cohecho por la ley de responsabilidad penal de las personas jurídicas; también se reestructuraron, llegaron a acuerdo con la Fiscalía, dieron la cara, y han recuperado su imagen.
Entrevista a Susana Sierra
Fuente: La Segunda